China está jugando un juego peligroso con su moneda, movimientos que podrían enviar a la economía mundial a la recesión.
El banco central de control de China permitió la mayor caída del yuan en cinco meses el jueves, sacudiendo los mercados globales y generando nuevos temores sobre la mayor economía de Asia. El comercio en las bolsas de valores del país se suspendió por el día después de solo 29 minutos.
Parte del temor que impulsa esos mercados a la baja es que los inversores están luchando por comprender los objetivos del Banco Popular de China, con declaraciones oficiales que apuntan a una aparente lucha política entre la estabilidad conservadora y la liberalización de la reforma.
"Tienen un problema, y no les gusta ninguna de las opciones disponibles para ellos", dijo Patrick Chovanec, director general y estratega jefe de Silvercrest Asset Management.
El problema es que la mayoría de los operadores externos consideran que el yuan está sobrevaluado en más del 10 por ciento frente al dólar estadounidense. Permitir que el mercado tome la tasa de cambio a ese valor podría devastar la economía doméstica de China, pero es una tarea costosa y potencialmente imposible luchar en el mercado ahora que el yuan es una moneda global.