LF diseña y construye domos geodésicos para almacenamiento de carbón, coque de petróleo y otros materiales combustibles a granel. El carbón a menudo se transporta a largas distancias y se almacena en diversos puntos entre la mina y el usuario. Por lo tanto, las pilas de carbón vienen en muchas formas, desde las grandes pilas multilineales longitudinales que se encuentran frecuentemente en los puertos, hasta las camas de mezcla en grandes centrales eléctricas, hasta simples pilas cónicas o irregulares comunes en las plantas industriales.
Combustibilidad
Aunque muchos de los mismos problemas se aplican a la mayoría de otros materiales a granel se encuentran al almacenar carbón, la combustibilidad lo convierte en un caso especial y merece un tratamiento cuidadoso. Los siguientes comentarios se aplican también a otros materiales combustibles tales como astillas de madera, granos y azufre.
La Asociación Nacional de Protección contra Incendios, en sus publicaciones NFPA 850 y 120, identifica los peligros asociados con el almacenamiento y manejo del carbón, y brinda recomendaciones para la protección contra estos peligros. La NFPA recomienda que las estructuras de almacenamiento de carbón estén hechas de materiales incombustibles, y que estén diseñadas para minimizar el área de superficie sobre la que se asienta el polvo, incluida la instalación conveniente del revestimiento debajo de los elementos estructurales de un edificio.
La recomendación requiere una explicación. Primero, el carbón es susceptible a la combustión espontánea debido al calentamiento durante la oxidación natural de nuevas superficies de carbón. En segundo lugar, el polvo de carbón es altamente combustible y un peligro de explosión. Si se genera una nube de polvo de carbón dentro de un espacio cerrado y hay una fuente de ignición presente, puede producirse una explosión. Las nubes de polvo pueden generar dondequiera que se acumula polvo de carbón suelto, como en las repisas estructurales, si hay un impacto o vibración cerca debido a viento, terremoto o incluso operaciones de mantenimiento.
La tabla de arriba indica que las explosiones ocurren con la concurrencia de varios factores. Pero debido a la propensión del carbón a calentarse espontáneamente, las fuentes de ignición son casi imposibles de eliminar en el almacenamiento y manejo del carbón, y cualquier área cerrada donde se acumule polvo suelto tiene un gran riesgo. Además, incluso una pequeña conflagración puede provocar una explosión "secundaria" catastrófica si el pequeño evento libera una nube de polvo mucho más grande.